Adam Smith, conocido como el padre de la economía, muestra a lo largo de su obra una marcada visión liberal que surge como respuesta a las condiciones históricas de finales del siglo XVIII, donde se atacó el sistema mercantilista a través de la doctrina del laissez - faire, por medio de argumentos en favor de una economía regulada por leyes naturales que le permitían conducirse ""por la acción de una mano de una mano invisible"" hacia su óptimo desarrollo.
LIBERALISMO ECONÓMICO
El liberalismo económico es la doctrina económica desarrollada durante la Ilustración, formulada de forma completa en primer lugar por Adam Smith y David Ricardo, que reclama la mínima interferencia del Estado en la economía. La libertad económica o la libre empresa conducirían a una sociedad más igualitaria y al aumento indefinido de la prosperidad, así como a la decadencia de una nación.[1] El orden espontáneo sería generado por la mano invisible que conduce a los individuos que sigan su egoísmo particular. Habitualmente se resume en la expresión francesa Laissez faire, Laissez passer (dejad hacer, dejad pasar), que no obstante es el lema de la fisiocracia, una teoría económica precedente.
Adam Smith por medio de un detallado estudio sobre la formación, inversión y distribución del capital, Smith postulo la teoría del valor-trabajo, según la cual la fuente única de la riqueza es el trabajo, que ya en las comunidades primitivas determinaba el valor de intercambio de las cosas en función del esfuerzo que hubiera costado conseguirlas: « El trabajo fue el primer precio- el primer dinero de compra-que se pagó por todas la cosas.» las modernas sociedades industriales se diferencian de las anteriores por la existencia de una mayor acumulación de riquezas, debida a las innovaciones tecnológicas que producen a su vez la otra parte, dado que tanto empresarios como obreros se hallan guiados por la misma ley psicológica natural de la búsqueda del interés propio- que impulsa a los primeros a conseguir el mayor beneficio posible y los segundos a proporcionar su fuerza de trabajo al capitalista que ofrezca un mayor salario- y que la oferta y demanda de los productos, al igual que sus costos de producción, se hallan reguladas espontáneamente por la «mano invisible» que supone la competencia en el mercado, Smith llego a la conclusión de que todo sistema económico en que se permitiera la libre actividad de los individuos se desarrollaría de forma armónica de acuerdo con un modelo continuo en la riqueza general del país.
El supuesto de la “mano invisible” desempeña un papel importante en la teoría de la distribución de la renta planteada por Smith, puesto que posibilita la armonía siempre y cuando las clases sociales (capitalistas, trabajadores y terratenientes) involucradas en el mercado ten-diesen a maximizar las rentas (beneficios, salarios y rentas respectivamente). Más aún, si se producen los bienes necesarios a precios que mantengan satisfechos a todos, la sociedad incrementaría la riqueza siempre y cuando se presente un régimen de competencia. Pero si ésta es limitada por las regulaciones restrictivas de los Estados absolutistas y mercantilistas —blanco de crítica constante en la obra de Smith—entonces el mecanismo de la mano invisible será ineficaz.
ECONOMÍA MIXTA
La economía mixta es un sistema económico que incorpora elementos de más de un único modelo o propuesta general acerca de la economía.
El proyecto central de una economía mixta reemplaza objetivos ideológicos de largo plazo con la proposición que el crecimiento económico debe ser el objetivo central de las políticas estatales con el fin de lograr y mantener desarrollo, tanto económico como social. Es el crecimiento económico el que provee los recursos fiscales y facilita el altruismo social, haciendo así no solo más aceptable a los sectores que económicamente estén en mejor situación políticas redistributivas pero creando también las circunstancias en las cuales tanto el estado como los sectores menos favorecidos no necesitan depender de esa buena voluntad para la implementación de tales políticas.
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